Partir de cero

Ésta ha sido la solución a la crisis que tuve, y que os confesé, a finales de septiembre: recomenzar, marcarse una meta asequible (un solo concierto en Navidad) y buscar una dinámica de trabajo diferente, que integrase el trabajo sobre el repertorio con los rudimentos de técnica vocal y lectura musical que cualquier cantante de coro, por humilde que sea, puede adquirir sin excesivo esfuerzo. Un trabajo en los ensayos que sirviera para crear un sonido característico del grupo, y no sólo para repetir notas o pronunciaciones erróneas (que antes no se corregían, además, por desidia).

El resultado ha sido un grupo atento, compacto, puntual, que se concentra en todo el tiempo de ensayo, sin que ello sea óbice para un ambiente relajado, bromas, etc. El concierto no fue el mejor del mundo, pero sí el mejor que podiamos dar y tuve el placer de ver a varias de mis alumnas de canto llevando a cabo con éxito solos que meses antes parecían imposibles.

¿Qué es lo que ha habido en medio? Una actitud positiva, de aprendizaje, de superación, de búsqueda, de aceptar retos. Con ello hemos comenzado una nueva andadura. Nuestra próxima cita con el público es, en principio, el 18 de marzo y estoy seguro de que saldremos del empeño aún mejor.

Gracias a todos.